Varios autores señalan a la hipnosis como un estado alterado de consciencia, que puede ser auto o hetero inducido, que conlleva la aparición de cambios psicológicos y fisiológicos.
Según Ernest Hilgard (1973),” la hipnosis representa un estado de conciencia diferente a otros estados, como la elevada sugestionabilidad, el aumento en la capacidad para recordar y construir imágenes, y la aceptación de sugestiones que podrían llegar a contradecir la realidad” .Por otro lado, hay autores que rechazan la noción de que la hipnosis sea un estado radicalmente distinto del estado de vigilia consciente. En este sentido, se puede proponer un modelo general del funcionamiento cognitivo, basado en el concepto de disociación, como proceso psicológico que interfiere en los procesos asociativos naturales y cotidianos del comportamiento humano. De cualquier forma, hay que destacar que no basta con que exista evidencia de patrones de ondas cerebrales alterados para demostrar una diferencia cualitativa, y que la hipnosis sería de utilidad para la resolución de problemas humanos prácticos. En síntesis, esta disyuntiva acerca de si la hipnosis es o no un estado de consciencia distinto, ha causado y sigue causando controversias.

Según el objeto de estudio de cada ciencia, la consciencia puede clasificarse tanto desde el punto de vista cuantitativo como cualitativo. Se la podrá entender entonces como el estado de conocimiento que tiene el sujeto de sí mismo y de su entorno, como la forma superior de reflejo psíquico, es la representación en la mente del hombre de los estímulos que provienen del medio interno y externo, elaborados intrapsíquicamente y que dan lugar a las percepciones. Henri Ey (1963) define a la consciencia como “la organización del campo perceptivo actual de la experiencia sensible, integrada en esquemas témporo- espaciales”.
El estado de consciencia es aquel en que se encuentran activas las funciones neurocognitivas superiores. Se caracteriza por determinar la percepción y el conocimiento del mundo psíquico individual y del mundo que nos rodea” . A un estado de consciencia también podría definírselo como un patrón discreto de interacciones neuronales que involucra múltiples factores cerebrales, según la opinión de los autores que sostienen la hipnosis como un estado de consciencia. Para los teóricos que proponen que la hipnosis no es un estado de consciencia, definen a aquel como un mero efecto subjetivo de la sugestión y que esta experiencia no es igual a la provocada por una sugestión hipnótica. Los estados de consciencia alterados (o modificados) muestran la existencia de niveles o fases de vigilia distintas. Estos niveles distintos pueden ser inducidos y alterados de forma artificial o ser producto de otras causas.
Según Morín (2006), el estado de consciencia es un concepto que tiene dos grandes componentes: “(…) el nivel de alerta (el nivel, o estado de consciencia); la consciencia del entorno y de uno mismo (contenido de la consciencia). Se necesita estar en estado de vigilia para tener consciencia (con la excepción del estado de sueño REM).

Lic. Mariano Dominguez