Hipnosis y ondas cerebrales. Estados de consciencia y actividad cerebral.

Un estudio que aporta datos electroencefalográficos para explicar el papel de la hipnosis neutra, y en relación con la hipótesis frontal, es el realizado por Fingelkurts, Kallio y Revonssuo (2007), en el que se sometió a prueba la hipótesis que postuló que el registro electroencefalográfico durante la hipnosis pura, o neutra, diferiría de las características del electroencefalograma durante el estado no hipnótico, especialmente en el área cerebral frontal. “Durante varias décadas se han realizado publicaciones en torno a la hipnosis y el electroencefalograma (EEG), tanto convencional como cuantitativo, y muchas de ellas han hecho énfasis en la susceptibilidad individual a la hipnosis”. (Gemignani, 2004, p. 65)

Se produce un cambio de las ondas del electroencefalograma a medida que se profundiza el trance hacia ondas más lentas (de beta, a alfa, a theta) indicando la actividad de sistemas subcorticales, es decir de las capas más profundas del cerebro (tálamo, septum, hipocampo, etc.). Como menciona Huapaya, “estos cambios son semejantes a los que se producen durante la fijación progresiva de la atención que conduce a la absorción mental en la vida corriente, confirmando así que el trance es un fenómeno normal”. (2000)

Según plantea Ernst Rossi (discípulo de Milton Erickson) (1986), “durante el trance se produce también una actividad eléctrica cortical ultra rápida de 40 Hertz por segundo, está asociada al aprendizaje, reafirmando la hipótesis de que la hipnosis facilita el aprendizaje ligado a la concentración”. Los estudios con la tomografía cerebral por emisión de positrones (PET Scan) han revelado un aumento del influjo sanguíneo en la región occipital y las sugestiones hipnóticas producen activación del lóbulo frontal izquierdo y otras regiones en ambos hemisferios cerebrales, a veces acompañadas de otras zonas de inhibición. Esta discrepancia con los estudios de la actividad eléctrica cerebral, pueden quizás explicarse por qué el PET Scan utiliza imágenes visuales de las estructuras cerebrales y estudia el metabolismo de la glucosa y el influjo sanguíneo, lo cual es diferente de la actividad eléctrica registrada en la superficie del cráneo.

Sobre las ondas cerebrales. Las ondas cerebrales aluden a la actividad eléctrica que es producto de células cerebrales (neuronas). Dicha actividad es medida en microvoltios, y es consecuencia de la suma de procesos excitatorios e inhibitorios de la actividad bioeléctrica cerebral. Las ondas cerebrales poseen tanto una frecuencia como amplitud., las cuales son medibles, la frecuencia o velocidad de pulsos eléctricos se mide en ciclos por segundo o Hz, variando de 0,5 a 38 Hz, y la amplitud representa cuán intensa es la onda cerebral. Por otro lado, existe una correspondencia entre el voltaje, la frecuencia y la amplitud de las ondas cerebrales con los distintos estados de conciencia. Esto es, las ondas cerebrales son la manifestación de la actividad cerebral en la cual aparecen los diferentes procesos de la conciencia, a saber: vigilia; relajación; estados hipnóticos o de meditación profunda que son cercanos al sueño y, por último, sueño profundo.

 

Clasificación de las ondas cerebrales. Las ondas cerebrales se clasifican en cuatro categorías, de mayor a menor frecuencia: Beta, Alfa, Theta y Delta. Las Ondas Beta se producen cuando el cerebro está despierto y se están llevando a cabo actividades mentales. Son las más rápidas, su frecuencia es de 14 a 30 Hz. Denota actividad mental intensa. Estas ondas están presentes al haber mayor extroversión, actividad mental e identificación con aspectos externos. Se realizan el análisis intelectual y la percepción a través de los cinco sentidos, así como trabajos del tipo físico o corporal. Las Ondas Alfa, se producen en un estado de “no actividad” y relajación. Son más lentas y de mayor amplitud que las ondas Beta, su frecuencia oscila entre 6 a 13 Hz. Durante la emisión de estas ondas la mente racional y los sentidos disminuyen su actividad. Algunos efectos que produce el predominio de las ondas alfa son:

  • Experiencia placentera de descanso, ausencia de ansiedad y tensión.
  • Concentración sin esfuerzo.
  • Aumento de la creatividad.
  • Distinción de información que no es accesible a través de los órganos de la percepción.
  • Existe mayor capacidad y claridad para resolver los problemas propios.
  • Puede influir sobre funciones autónomas, como: el ritmo cardíaco, la circulación sanguínea, el umbral del dolor-placer, la función digestiva, la temperatura corporal, etc.

Las Ondas Theta son de mayor amplitud y menor frecuencia, 4 a 5 Hz. Aparecen en el sueño, así como en estados de meditación profunda e HIPNOSIS. Estas ondas poseen un ritmo más lento que las ondas alfa. Se manifiestan con intensa creatividad y mayor capacidad de aprendizaje. Por último, las Ondas Delta son las de mayor amplitud y menor frecuencia. Entre 0.5 a 3 Hz, y aparecen en un estado de sueño profundo. En estas ondas la mente opera de forma totalmente integrada. Sus estados psíquicos correspondientes son el dormir sin sueños y grados de trance hipnótico muy profundos.

Gráfico de ondas cerebrales