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Una técnica de probada eficacia:

La hipnosis es una técnica que, de manera auxiliar a un tratamiento psicoterapéutico, es de gran utilidad en cuanto a la aceleración y mejora de los mismos, para determinadas afecciones o patologías. Es un adjunto a otras formas de psicoterapia. Por lo tanto, se pueden practicar terapias psicoanalíticas, humanistas-existenciales y cognitivo-comportamentales, a las cuales se les añade la hipnosis como un complemento. Más allá de que existe una gran cantidad de investigación científica sobre la hipnosis, todavía hay muchos profesionales de la salud que desconocen su relevancia y uso de esta como ayuda para fomentar la eficacia de las intervenciones médicas y psicológicas. Esto se da en la medida en que por medio de las diferentes técnicas que se utilizan, se permite vencer ciertas resistencias propias de un estado “normal”. En este tipo de experiencias, por ejemplo, en la llamada técnica de regresión, el sujeto podrá experimentar un acontecimiento ya vivido, recordándolo en un estado concentrativo mayor. De esta manera, el material obtenido es mucho más sustancioso y revivificado en tiempo presente. El factor esencial que determina un mayor o menor grado de éxito es la sugestionabilidad o “hipnotizabilidad” del sujeto, que a su vez está emparentada con la capacidad de concentración que este posea. La técnica está basada, a grandes rasgos, en propiciar el aumento de la concentración del sujeto sobre su mundo interno. De esta manera, se adormece o inhibe en cierto grado el juicio crítico teniendo acceso a otro estado, similar a la situación que acontece al encontrarse en un limbo entre el sueño y la vigilia. 

En esta línea, la hipnosis es un estado de atención focalizada y de gran receptividad convirtiéndose en una herramienta extremadamente útil para quienes deseen dominar ciertas habilidades y realizar tareas específicas. Actualmente es utilizada de manera más competente por profesionales de la salud y especialistas en salud mental para brindar ayuda para una amplia variedad de problemas y afecciones.

El grado de hipnotizabilidad varía de un individuo a otro, sin embargo, la mayoría de las personas están suficientemente dotadas de esta capacidad para lograr resultados que cambien algún aspecto de su vida. Al trabajar con un profesional de salud mental capacitado y con licencia, es posible realizar cambios significativos en determinados problemas, como dolor crónico, dolores de cabeza, patrones de hábitos (por ejemplo, fumar, comer en exceso), ansiedad, etc. También es útil para prepararse para situaciones que provocan ansiedad, como procedimientos médicos o dentales (por ejemplo, trabajo de parto y parto, cirugía, inyecciones), realizar exámenes u otros eventos que inducen la aprensión.

La hipnosis se considera un estado de conciencia alterado normal y adaptativo que ocurre espontáneamente para muchas personas a lo largo de la vida cotidiana. Otros estados alterados de conciencia que ocurren regularmente son, por ejemplo, el sueño, una implicación emocional intensa con una película o música del agrado del sujeto, que provoca cambios en el ritmo cardíaco, los pensamientos, los sentimientos, las sensaciones físicas e incluso la percepción del tiempo y el espacio.

La hipnosis al principio trae un estado profundamente relajado y tranquilo, tanto física como psicológicamente. Notarás signos fisiológicos como respiración lenta, frecuencia cardíaca baja, manos calientes y secas y músculos relajados. Psicológicamente, podrás sentirte tranquilo, en paz y tener una mente “vacía”, relativamente libre de pensamientos negativos o distractores. Así también otorga la capacidad para vivir experiencias imaginativas vívidas, que incluyen componentes visuales, auditivos, olfativos, gustativos, táctiles y kinestésicos. Además, se podrá experimentar una distorsión significativa del tiempo y la eliminación de su orientación de realidad general (por ejemplo, indiferente a los sonidos externos, pensamientos distractores, sensaciones físicas desagradables).